La inversión que se realiza en la compra de una vivienda no solo incluye el coste del inmueble. sino que tenemos que añadir todos los gastos que se derivan de la compra, incluidos los impuestos pertinentes.
Por eso, lo más habitual es que se solicite financiación para poder realizar la transacción y aunque generalmente, los compradores que tienen que financiar un inmueble, se deciden por pedir un préstamo hipotecario, también existen algunas otras alternativas sin acudir a una entidad bancaria, que pueden ser factibles si reunimos todas las condiciones adecuadas.
En Apialia Costa Daurada te explicamos cuáles son las diferentes opciones que existen para poder financiar la compra de un inmueble.
Financiación hipotecaria
Como decimos la financiación hipotecaria es la elección más elegida por las personas que necesitan financiación. En este caso, no solo tendremos que tener en cuenta si reunimos los requisitos indispensables para poder solicitar una hipoteca sino que además, tendremos que considerar que la entidad bancaria no concede el 100% del dinero, sino hasta un 80% del valor de compraventa o del valor de tasación, por lo que también resulta fundamental contar con ese 20% adicional ahorrado, junto con entre un 10% y un 15% que corresponden a los gastos de la compraventa y de la hipoteca.
Una vez tenido esto en cuenta, existen diferentes tipos de préstamos hipotecarios dependiendo de diferentes factores: del tipo de cliente, del tipo de inmueble a financiar, del tipo de cuota, o la más habitual, que es dependiendo del tipo de interés, y aquí es donde se engloban las hipotecas fijas, las hipotecas variables y las hipotecas mixtas.
Para tomar la decisión adecuada, una buena idea es acudir a algún asesor inmobiliario especializado, que nos pueda ayudar a elegir la que mejor se adecúe a nuestras necesidades.
Financiación sin recurrir al banco
Pero también existe otra forma de financiar un inmueble sin tener que recurrir al banco. Estas son algunas opciones: mediante el alquiler con opción a compra, a través de la ayuda familiar y a su vez se puede hacer de dos formas: mediante donación o mediante préstamo entre particulares, mediante la compra a plazos, y otras alternativas como por ejemplo viviendas en cooperativa o a través de crowdfunding.
Sea cual sea la forma de financiación que elijas, lo más importante es informarte sobre cada una de ellas y elegir la que mejor se adapte a tus circunstancias.