Si eres de los afortunados que puede permitirse tener una segunda vivienda para pasar las épocas de vacaciones con la familia, y tanto si es en la playa como en la montaña, es muy importante tener en cuenta, que el hecho de no vivir en esa vivienda, no es motivo para no tenerla asegurada, de hecho, esta es precisamente una de las razones por las que resulta recomendable tener un seguro de hogar, que pueda cubrir ante cualquier accidente o eventualidad que ocurra en la vivienda mientras estamos ausentes.
En Apialia Costa Daurada te explicamos cuáles son las razones por las que es necesario contratar un seguro de hogar para una segunda vivienda.
Las compañías de seguros ofrecen una gran cantidad de ofertas específicas, dependiendo del tipo de vivienda a asegurar, y por eso, podemos encontrar un seguro que se adapte a nuestras necesidades y a las de nuestra segunda vivienda.
Dentro de las coberturas principales que tenemos que elegir para una segunda vivienda, se encuentran:
- Coberturas frente al robo, que incluya los daños materiales del robo, de contenido y la reposición de las llaves y las cerraduras.
- Coberturas por jardines y arbolados, si nuestra vivienda tiene jardín, es importante contar con una cobertura que cubra los daños que pueda causar el arbolado, así como el control de plagas.
- Cobertura por asistencia en el hogar, teniendo en cuenta que se trata de una vivienda en la que no estamos habitualmente, resulta recomendable tener un seguro que pueda cubrir cualquier necesidad 24 horas todos los días del año, entre los que se encuentren: cerrajería y electricidad de urgencia o el servicio de bricolaje, así como la reposición de televisión e incluso la reparación de los electrodomésticos.
Aunque un seguro de hogar solamente es obligatorio en el caso de que tengamos la vivienda hipotecada, como vemos, en una segunda residencia es una inversión, ya que precisamente por no vivir allí durante todo el año, se hace mucho más necesario poder acudir a una compañía aseguradora para cualquier problema que nos encontremos, tanto estando allí como estando fuera de la vivienda.