La mayoría de las personas que se decide a comprar una segunda vivienda para disfrutar de los periodos de vacaciones y del tiempo libre, suele necesitar financiación para poder adquirirla, con lo que es muy habitual acudir a una entidad bancaria y solicitar una hipoteca.
Sin embargo, el hecho de que se trate de una segunda vivienda y no una vivienda habitual supone una serie de diferencias con respecto a la financiación, ya que se trata de hipotecas con plazos de amortización más cortos que no superan los 25 años y solo se consigue una financiación de un máximo de 70% del coste total del inmueble, además de que tienen intereses más altos.
En Apialia Costa Daurada te explicamos cómo se puede solicitar una hipoteca para una segunda vivienda.
En primer lugar, es importante definir el concepto de segunda vivienda, que es aquella que se utiliza para un fin diferente a una vivienda en la que se vive de forma habitual y que se dividen en dos grupos principales: vivienda de uso vacacional o vivienda como inversión.
Independientemente del fin que vayamos a darle a esta segunda vivienda, los requisitos necesarios para poder solicitar una hipoteca para la segunda vivienda son más exigentes que para una primera vivienda:
- Ingresos elevados y empleo estable
Son dos aspectos fundamentales ya que por un lado los ingresos tienen que ser suficientes para hacer frente a las cuotas que suelen ser más elevadas, por el hecho de tener plazos de amortización más cortos o en el caso de que se estén pagando dos hipotecas.
- Garantías adicionales
Entre las que se suele incluir la vivienda habitual para hacer frente al pago de la hipoteca de la segunda vivienda, en caso de alguna dificultad para pagar.
Existen tres alternativas diferentes de solicitar una hipoteca para una segunda vivienda incluso si se cuenta con otra hipoteca:
- Solicitando una nueva hipoteca, aunque en este caso habrá que pagar dos cuotas, una por cada hipoteca.
- Ampliando la hipoteca existente mediante una novación sobre la hipoteca que ya se tiene y consiguiendo una ampliación de dinero por parte de la entidad bancaria, con lo que no tendríamos dos hipotecas diferentes.
- Hipotecando la primera vivienda mediante la cancelación de la primera hipoteca y sustituirla por una nueva hipoteca con un importe que incluya la compra de la segunda vivienda.